El método consiste en llenar las botellas con arena para que los muros sean
resistentes. Luego, se apilan y amarran entre sí para construir habitaciones.
Finalmente, son fijadas con cemento y cal.
Las botellas de PET demoran entre 100 y 700 años en
degradarse, por eso reutilizarlas es muy importante.
El proyecto de Ingrid ayuda no sólo a los beneficiaros de las viviendas, sino a
todo el medio ambiente en general. Hay muchas otras formas de reutilizar
botellas, por ejemplo para crear un calentador solar con botellas PET o un filtro de agua con botellas de PET.
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